montaje de un aerogenerador

La circularidad llega a los parques eólicos

Según un estudio de la Universidad de Cambridge, si la tendencia de crecimiento de la eólica de un 3% anual hasta 2030 se mantiene, se estima que los residuos procedentes de aerogeneradores alcancen los 43 millones de toneladas acumuladas en 2050.

En España muchos aerogeneradores se van acercando al final de su vida útil. De acuerdo con los datos de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), en 2030 España contará con 10 GW eólicos con 25 años de antigüedad y con otros 5 GW con 23 años de antigüedad, a nivel internacional.

Esto implica que en los próximos años muchos parques eólicos habrán de optar por la extensión de su vida útil, por la repotenciación, desmantelando los aerogeneradores existentes y sustituyéndolos por otros más modernos, potentes y eficientes e incluso por el desmantelamiento total del parque eólico.

Optar por la extensión de la vida del activo, es sin duda una estrategia acertada, si bien, no siempre es posible y se han de tener en cuenta muchos factores, uno de ellos es el estado en el que se encuentran los activos, para lo cual es de suma importancia que durante todo el tiempo que el parque lleva en servicio se haya llevado a cabo una correcta estrategia de operación y mantenimiento. Multiplicadoras, estructuras y palas, serán, probablemente, los elementos más afectados por el desgaste, por lo que resultará decisivo que se hayan mantenido de forma óptima.

Si nos centramos en el caso de la repotenciación, y para poner en valor el potencial de esta solución, baste señalar que en su más reciente propuesta para ampliar los objetivos eólicos del PNIEC, la patronal eólica propone un objetivo de repotenciación de 15 GW.

La repotenciación de instalaciones antiguas es beneficiosa tanto desde el punto de vista energético como medioambiental. Por una parte, permite aprovechar mejor el recurso eólico, pues las nuevas turbinas eólicas incorporan importantes mejoras tecnológicas que mejoran la producción de energía, tanto por el aumento de potencia de las máquinas, como por su mayor eficiencia, como por la generación durante un mayor número de horas, lo que permite un mejor uso de las redes eléctricas. Además, la repotenciación permite reducir la afección al medio ambiente, al reducir tanto el impacto visual como la superficie ocupada.

Por su parte, Ruralia, que junto con Naturgy ha creado recientemente GIRA Wind, la primera empresa española para el reciclaje integral de parques eólicos; calcula que las necesidades de retirada de estos proyectos renovables en España alcanzan actualmente un valor de mercado superior a los 250 M€ sólo en labores de desmantelamiento, a lo que habría que añadir otros 300 M€ más que supondría la valorización de todos los elementos que componen los aerogeneradores.

Actualmente, los propietarios de parques están obligados a asumir los costes de desmantelamiento y traslado a vertedero. Sin embargo, a partir de 2025, la mayor parte de estos materiales no serán aceptados en estas instalaciones, lo que ofrece una gran oportunidad para reprocesar y reciclar los aerogeneradores desde la fibra de vidrio hasta las turbinas y el equipamiento eléctrico.

De hecho, se calcula que es viable reciclar o reutilizar hasta el 83% de los materiales de los aerogeneradores (acero, cobre y aluminio), y suele ser habitual el aprovechamiento de muchos sus componentes como piezas de repuesto, como puede ser el caso de la torre, la multiplicadora y la góndola. Entre todos los materiales que componen un aerogenerador, uno de los más problemáticos en cuanto a su reciclaje son los materiales compuestos, principal componente de las palas, por lo que para conseguir una reciclabilidad o reutilización de la totalidad de las máquinas, el reciclaje de dichos elementos es una de las principales líneas de investigación del sector eólico.

De hecho, AEE calcula, que en un escenario donde se impulse la repotenciación, se requerirá el reciclaje de 145.475 t de palas en los próximos 5 años, 29.095 t/año.

En este contexto, una de las primeras medidas a tomar es aplicar la primera de las 4R, reducir el volumen de residuos, para lo cual se recomienda actuar desde las primeras etapas del ciclo de vida de las palas, optimizando la cantidad de materiales a utilizar desde el diseño a la fabricación de las palas; asimismo, emplear materiales reciclables en su fabricación permitirá alcanzar una mayor circularidad.

Pero en el caso de las palas ya instaladas, es necesario proceder a su reciclado, y si bien existen diferentes soluciones, aún no están totalmente consolidadas a escala comercial, siendo en la actualidad el procesado mecánico y la pirólisis las tecnologías más maduras.

En este caso, destacan iniciativas como la ya mencionada de Ruralia y Naturgy, que impulsan la primera empresa de España que se dedicará al desmantelamiento y reciclaje integral de parques eólicos. Desde la planta piloto de Almazán, la nueva compañía ofrecerá un proyecto de economía circular, con un servicio completo de desmantelamiento y reciclaje de materiales; tanto de turbinas como de palas; y con la recuperación de componentes y equipos para su reutilización parcial o integral.

Iberdrola y FCC Ámbito lanzaban el pasado mes de junio EnergyLOOP para liderar el reciclaje de componentes de instalaciones renovables, con el objetivo inicial de recuperar componentes de las palas de aerogeneradores-en su mayoría fibras de vidrio y carbono y resinas- y su reutilización en sectores como el energético, aeroespacial, automovilístico, textil, químico o de la construcción.

Otra de las iniciativas implica a las empresas Endesa, PreZero España y Reciclalia Composite, que anunciaban en enero su intención de poner en marcha en Cubillos del Sil (León) una planta de reciclaje de palas eólicas con el apoyo de GE Renewable Energy y su filial LM Wind Power.

Sirva de ejemplo también el fabricante de aerogeneradores Vestas, que propone una solución que consiste en un plan de reciclaje óptimo para coordinar la gestión de las opciones disponibles localmente y las necesidades del cliente. A continuación, el material de fibra de vidrio reciclable se separa de la turbina y se corta en unidades transportables. Este material se transporta entonces a socios de reciclaje verificados, utilizando un método de reciclaje de fibra de vidrio alineado con los objetivos de sostenibilidad del cliente. Estos métodos de reciclaje pueden incluir el coprocesamiento del cemento, la gasificación, la formación de nuevos materiales compuestos y la recuperación de fibras de vidrio y de carbono.

Nos hemos saltado en este camino la segunda de las 4R, reutilizar, y en este sentido también existen iniciativas interesantes para la reutilización de palas desmanteladas, principalmente su reintroducción en el mercado secundario de activos de plantas de energía. No solo las palas, sino muchos otros componentes de los aerogeneradores pueden reutilizarse en nuevos proyectos, reduciendo la cantidad de residuos generados.

En este campo, podemos destacar el enfoque de la empresa Surus Inversa, que cuenta entre sus actividades el desmantelamiento de parques eólicos, aplicando un enfoque circular que consiste en que los equipos son desmontados para su reutilización y se comercializan como útiles a nivel global, gracias a lo cual se pueden conseguir retorno medioambiental por la no generación de residuos, retorno económico por la venta de los equipos para ser reutilizados y beneficio social al permitir a empresas y centros de formación adquirir equipos a precios más competitivos frente a la adquisición de equipos nuevos.

La preocupación de la circularidad de los parques eólicos ha llegado también a la administración, que en junio lanzaba una medida que inaugura las convocatorias del PERTE de Economía Circular sacando a información pública un programas de ayudas, que entre otras medidas afecta a la repotenciación eólica y el reciclaje de palas de aerogeneradores dotado inicialmente con 150 M€ y con el que espera lograr al menos 435 MW eólicos repotenciados y una capacidad anual de reciclaje de cerca de 19.000 t de palas y otros materiales compuestos del aerogenerador.

En este mercado, España goza de una posición privilegiada: es una potencia eólica, tanto en fabricación de equipos –dispone del 90% de la cadena de valor– como en producción de electricidad, y es el segundo país europeo y el quinto del mundo por potencia eólica instalada tras China, Estados Unidos, Alemania e India.

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