¿Qué es el mantenimiento predictivo termodinámico?

El mantenimiento predictivo termodinámico es una disciplina a caballo entre el mantenimiento y la evaluación del desempeño de equipos, que tiene como función determinar si un determinado equipo o una instalación cumplen con las características y funciones para los que han sido concebidos, y si no es así, determinar qué elemento no funciona de acuerdo con lo esperado y qué debe hacerse para recuperar la normalidad funcional. Es el principio básico del Mantenimiento Basado en Eficiencia (MBE) y se alinea perfectamente con el concepto de Industria 4.0 y Mantenimiento 4.0.

El mantenimiento predictivo termodinámico se basa en el análisis de los intercambios y transformaciones energéticas que suceden en los equipos e instalaciones como herramienta de diagnóstico. Muchos equipos pueden utilizar las herramientas termodinámicas para el análisis y diagnóstico de su estado: las turbinas de gas, turbinas de vapor, motores de gas, calderas, ciclos de vapor, intercambiadores de todo tipo, enfriadores y en general, cualquier proceso en el que se den intercambios energéticos entre la energía mecánica, la térmica y cualquier otra forma de energía.

Las instalaciones cada día están más instrumentadas, cada día disponen de más instrumentos de medida que ponen a disposición de los operadores de las mismas muchos y valiosos datos sobre su funcionamiento. Pero ese aumento de los instrumentos instalados no viene acompañado en muchas ocasiones de personal entrenado para entender, tratar y analizar todos esos datos que ahora tiene disponibles. Y así, muchos instrumentos no sirven para nada, nadie los mira, no hay nadie en las organizaciones, ni en operación ni en mantenimiento, mirando a esos instrumentos.

Como mucho, se toma nota de ellos, sin más. Se anotan los valores de presión, temperatura, caudal, nivel, etc, en documentos y checklist que no reciben ningún tratamiento posterior. En ocasiones, esos instrumentos sirven para compararlos con un rango estático admisible, y disparar una alarma si el valor se sale del rango establecido. Pero se pierden dos informaciones muy importantes: la primera, no se analizan las evoluciones de los valores, las tendencias, que contienen mucha más información útil que el valor absoluto; la segunda, cuando la variable exige un análisis dinámico porque su rango aceptable es móvil y depende de otras variables, no se dispone de herramientas ni de personal para hacer los cálculos correspondientes.

El mantenimiento predictivo termodinámico no necesita complejos equipos, como analizadores de vibraciones, cámaras termográficas o analizadores de ultrasonidos, que requieren muchas horas de entrenamiento y conocimientos sofisticados. Solo requiere utilizar lo que se tiene, y utilizar nuestro conocimiento, capacidad deductiva y capacidad de cálculo. Requiere pensar, utilizar la materia gris de nuestro cerebro, y puede que esa sea la dificultad en una sociedad cuyos técnicos prefieren ponerse en modo automático.

Ahí entran de nuevo los automatismos, a ayudar a suplir una carencia que realmente no existe: es posible capturar todos esos datos con los instrumentos existentes, recopilarlos en una base de datos, programar los algoritmos necesarios para analizarlos y que ese tratamiento conduzca a darnos una información sencilla: todo está funcionando bien, o por el contrario, algo o varias cosas no funcionan como se espera.

En definitiva, el mantenimiento predictivo termodinámico se basa en analizar variables fundamentalmente con instrumentos montados en línea, y aprovechar todos los datos que resulta sencillo rescatar para transformarlos en información útil para la toma de decisiones. Utiliza como herramienta para convertir datos en información la termodinámica, de manera que se analizan como son las transformaciones energéticas antes, durante y después de los procesos que se llevan a cabo en equipos e instalaciones, para, con esa información, diagnosticar de una manera muy sencilla pero muy clara y eficiente muchos tipos de instalaciones, como aquellas equipadas con motores de gas, turbinas de gas y de vapor, calderas, intercambiadores, y en general, cualquier equipo en el que se realicen transformaciones energéticas.