La industria cero neto requiere de un crecimiento exponencial de la captura de carbono, el hidrógeno y la energía limpia
Sin la intervención de la descarbonización, las emisiones industriales crecerán de 6.700 Mt de CO2 este año a 7.600 Mt de CO2 por año para 2050, según el informe New Energy Outlook: Industry, publicado por BloombergNEF (BNEF) como parte de su New Energy Outlook. (NEO). El informe encuentra que no existe una tecnología "bala de plata" para descarbonizar las emisiones industriales; en cambio, se necesitarán inversiones significativas en captura de carbono, hidrógeno y electrificación limpia.
La producción de acero, aluminio, productos petroquímicos y cemento (los cuatro sectores cubiertos en el informe) aumentará en las economías en desarrollo y se mantendrá estable o disminuirá levemente en la mayoría de los países desarrollados. Si bien las opciones bajas en carbono para los sectores industriales siguen siendo caras, para alcanzar el cero neto para 2050 es crucial que toda la capacidad futura se construya con tecnologías limpias, o la opción de hacer más fácilmente la transición en el futuro. Si se mantienen las rutas de producción actuales, activos contaminantes por valor de miles de millones de dólares podrían quedar varados por los plazos cero neto en 2050 y 2060.
La descarbonización industrial requiere de la intervención política
En el Escenario Cero Neto (NZS) del informe, una combinación de tecnologías genera más de 7.000 Mt de reducción de dióxido de carbono para 2050, con una contribución del 29% de la captura y el almacenamiento de carbono, del 26% de la electrificación, del 20% del hidrógeno, del 10% de la bioenergía y del 8% del reciclaje. Sin embargo, el Escenario de Transición Económica (ETS) del informe muestra que prácticamente no habrá reducción de emisiones en la industria basada únicamente en la economía. Se produce una pequeña cantidad de cambio de combustible y de uso de hidrógeno en la industria del acero, pero solo en la década de 2040, demasiado tarde para evitar un calentamiento catastrófico. Los proyectos actuales están siendo impulsados por la demanda de los consumidores y por generosos subsidios, como la Ley de Reducción de la Inflación en EE.UU.
Los materiales neutros en carbono aún no son económicos, pero muchas empresas se han comprometido a reducir sus emisiones. Según la investigación de Bloomberg, el 73% de la capacidad de producción de aluminio, el 62% de la petroquímica, el 47% de la capacidad de producción de cemento y el 38% de la de acero están cubiertos por compromisos cero neto. Estos compromisos impulsarán la inversión y la innovación y, en última instancia, reducirán los costes de la descarbonización.
La electrificación y el hidrógeno tienen la mejor oportunidad de competir con las rutas de producción existentes en cuanto a costes, pero no estarán ampliamente disponibles hasta 2035. El reciclaje, el cambio de combustible, la bioenergía y la captura de carbono pueden generar reducciones de emisiones hoy y se implementan antes en el modelo de menor coste de BNEF, ayudando a mantener el calentamiento global por debajo de 2 ºC. El hidrógeno llega más tarde, pero finalmente juega un papel crucial en la industria del acero y de los productos petroquímicos como materia prima y como fuente de calor.
No hay una tecnología de consenso para la industria cero neto
La variedad de requisitos de proceso y fuentes de emisiones en la industria significa que ninguna tecnología "ganará". Se elegirá un combustible limpio en función de las cadenas de suministro locales y el coste, y se utilizará hidrógeno donde sea necesario por sus propiedades químicas, en las industrias del acero y de los productos petroquímicos. Una gran parte de las emisiones de la fabricación de cemento provienen de un proceso químico en el que la piedra caliza se convierte en cal. Por esta razón, la captura de carbono jugará un papel importante en la descarbonización del cemento.
Las potencias industriales lideran el camino
China, como productor de la mitad del acero, aluminio y cemento del mundo, es el actor más importante en la actualidad. Después de un período de crecimiento exponencial en la producción de materiales, los recortes de producción y un enfoque en la calidad en lugar de en la cantidad, pondrán a China al comienzo de su camino de cero neto, reduciendo las emisiones a través de la disminución de la producción. Si bien China aún no ha publicado una hoja de ruta tecnológica definitiva, su poder de escala podría cambiar la economía de la captura de carbono o de la economía del hidrógeno para el resto del mundo.
EE.UU. está bien posicionado para la descarbonización. Su sector siderúrgico está mayormente electrificado, y su sector petroquímico ya tiene experiencia en la captura de carbono y la utilización de hidrógeno. La Ley de Reducción de la Inflación, recientemente aprobada, hará que estas tecnologías sean viables para la industria a través de generosos créditos fiscales. El papel global de EE.UU. y Europa será el de laboratorio para las rutas de producción cero neto. La mayoría de los primeros proyectos piloto para la producción con bajas emisiones de carbono se encuentran en estas regiones y se utilizarán como modelo a nivel mundial.
En el futuro, India será el foco para las cero emisiones netas, ya que sus emisiones industriales se duplicarán con creces para 2050. India tiene frente así el mayor reto, ya que será uno de los productores de materiales de más rápido crecimiento en los próximos 30 años, construyendo plantas que podrían funcionar hasta 2100. Garantizar que esas plantas puedan funcionar con combustibles limpios o, eventualmente, ser adaptadas para la captura de carbono es la única forma de proporcionar tanto crecimiento económico como cero emisiones netas.