Una prueba piloto pretende aumentar en más de 10 veces la vida útil del aceite lubricante de los motores de cogeneración

Hace unas semanas, y de acuerdo con el fabricante de aceites lubricantes BRAVA OIL, con la participación de RENOVETEC y de la compañía gasista EMPIRE GAS (propietaria de un parque de motores de cogeneración de propano instalados en varios puntos de la isla de Puerto Rico), y con el apoyo de otras compañías como CERVECERA DE PUERTO RICO, se inició un experimento para aumentar en mucho la vida media de los aceites lubricantes que se emplean en los motores de cogeneración de gran tamaño.

 

RENOVETEC, con la inestimable colaboración de BRAVA OIL, EMPIRE GAS y CERVECERA DE PUERTO RICO, está llevando a cabo en Puerto Rico una prueba experimental, para prolongar en más de 10 veces la vida útil del aceite lubricante de motores de cogeneración a gas. El objetivo es superar las 12.000 horas de uso (1.000.000 de km, si este motor estuviera instalado en un vehículo convencional). La prueba, que se está llevando a cabo con todo el rigor científico y técnico, está siendo dirigida por Santiago García Garrido, Director Técnico de RENOVETEC y Licenciado en Ciencias Químicas.

El primer paso fue diseñar y fabricar el aceite lubricante que se está usando en la prueba piloto. Se trata de un aceite de gama alta, una Polialfaolefina (PAO), grupo IV de la clasificación de lubricantes API, viscosidad SAE 40, con un paquete de aditivos especial, que incluye antiespumante, antiherrumbre, antioxidante, desemulsionante, reserva básica y modificador del índice de viscosidad. El valor de cenizas es extraordinariamente bajo.

El segundo paso consistió en definir las condiciones en que se va a prolongar la vida del aceite, que será en base a una filtración especial con una centrifugadora de altas prestaciones, conectada offline a modo de filtro riñón. Se ha definido la periodicidad de las filtraciones, que inicialmente será semanal. Y además, se ha establecido el paquete de análisis con el que se va a hacer el seguimiento del comportamiento del aceite, la frecuencia con la que se realizará el seguimiento de las analíticas y las pruebas físico-químicas a las que vamos a someter al aceite.

Finalmente, se introdujo el aceite en el motor, siguiendo un estricto protocolo para garantizar que no quedan restos del aceite anterior (flushing, rodaje de prueba y sustitución, y relleno final). Una vez concluidas estas tareas, el motor comenzó a rodar.

El experimento es muy esperanzador, y tratará de demostrar que los cambios periódicos de aceite lubricante por horas, kWh producidos o km recorridos no tienen sentido, y que, por el contrario, tiene mucho más sentido utilizar aceites de excelente calidad, formulados específicamente para este propósito, someterlos a un sistema de filtración que elimine las sustancias contaminantes que se generan en el funcionamiento normal, así como a una vigilancia estrecha del comportamiento físico-químico del aceite.

Esta prueba, en caso de que el resultado sea satisfactorio, reducirá sensiblemente los costes de explotación de los motores de gas en plantas de cogeneración, el impacto ambiental de dichos motores, al reducir la cantidad de residuos a gestionar y demostrará, de una vez por todas, cuál es la vida útil del aceite en unas condiciones especialmente duras (alta temperatura ambiental y carga de trabajo severo). Los participantes en el experimento esperan superar en más de 10 veces la vida útil actual estimada por el fabricante para el aceite, que es de 1.000-1.500 horas (hablando en km recorridos, equivaldría a unos 100.000 km entre cambios), y se espera superar las 12.000 horas (equivalente a 1.000.000 km).

Este experimento cuenta con un antecedente, pues RENOVETEC ya realizó previamente una primera prueba con motores de gas de vertedero, en la que fue posible alcanzar las 5.000 horas de funcionamiento sin problema. Ahora, con propano, se pretende llegar mucho más lejos: hasta que la analítica refleje que la base se ha degradado.

En este sentido, cabe señalar que siendo el aditivo el responsable de la reserva básica (TBN), en caso de que se degrade, se puede añadir. Esa es la razón por la que entre las muchas pruebas que van a realizar las empresas implicadas en el experimento, se ha incluido una prueba denominada FTIR, que comprueba en qué estado se encuentran las moléculas de aditivos. Cuando se habla, por ejemplo, de mantener un 50% del valor original del TBN para decidir cambiar, en realidad, es un valor muy muy conservador. Se puede bajar más, antes de decidir reponer TBN, y no tiene sentido hablar de sustituir el aceite por valor de TBN bajo.

Cabe señalar también que el fabricante del motor no se ha involucrado, e incluso no está en absoluto de acuerdo ni con la realización de la prueba ni con los resultados que se espera conseguir.

Seguiremos informando sobre el avance de este proyecto, que reducirá costes de operación, garantizará la mejor lubricación posible y reducirá el impacto ambiental de estos motores, al reducir el consumo de aceite.

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