Alcanzar el cero neto global requerirá una inversión de 21 b$ en redes eléctricas
Las redes eléctricas son la columna vertebral de la transición energética, pero las redes que tenemos hoy no están preparadas para el futuro. Se deben invertir al menos 21,4 b$ en la red eléctrica para 2050 para respaldar la trayectoria cero neto a nivel mundial, según un nuevo informe de BloombergNEF (BNEF). El informe New Energy Outlook: Grids, proporciona un desglose más detallado del análisis de la red presentado en el informe New Energy Outlook 2022 Net Zero Scenario de BNEF.
La inversión total comprende la inversión de 4,1 b$ para mantener la red existente y de 17,3 b$ para expandir la red para el nuevo consumo y producción de electricidad. La inversión anual se triplica pasando de 274.000 M$ en 2022 a 871.000 M$ en la década anterior a 2050. Se requiere una intervención política significativa para hacer realidad este nivel de inversión en la red. Esto incluye simplificar los procesos de obtención de permisos, para reducir la cantidad de permisos requeridos para un proyecto, consolidar el proceso de revisión entre diferentes organismos y establecer plazos claros para la aprobación. Para garantizar que la modernización de la red pueda acelerarse, se necesitan reformas que permitan crear los incentivos adecuados para que las empresas energéticas trabajen en pos de la digitalización y la flexibilidad de la red.
El gasto anual en redes de distribución se triplica con creces situándose en alrededor de 533.000 M$ para 2050, desde $ 147.000 M$ actuales. A medida que las energías renovables se expanden, el gasto en la red se inclina hacia la consecución de una mayor redundancia en la red de distribución, para permitir el flujo bidireccional y mejorar la monitorización remota. Las líneas de transmisión continúan desempeñando un papel importante para conectar mercados, equilibrar la energía entre las redes de distribución, mejorar la fiabilidad del sistema y transportar electricidad desde generadores remotos a través de la red.
Las líneas eléctricas crecerán enormemente. BNEF estima un crecimiento de la red de 80 millones de km entre 2022 y 2050, más que suficiente para reemplazar la red eléctrica mundial actual. Esto se desglosa en unos 68 millones de km de líneas aéreas, 12 millones de km de cables subterráneos y 0,2 millones de km de cables submarinos.
La digitalización, que ayuda a mejorar y extender la utilización de la infraestructura de la red, representa el 24%, o 5,1 b$ de la inversión total hasta 2050. La mayor parte se destina a implementar la automatización y el control del sistema energético o a aumentar la monitorización y el conocimiento de la situación. Las implementaciones digitales también ayudan a prolongar la vida útil de los activos obsoletos, evitan nuevas líneas eléctricas, caras, y mantienen de manera asequible la fiabilidad tanto para la demanda como para las conexiones de generación, eliminando así todos los impulsores de la inversión en la red.
La expansión de la red eléctrica pondrá a prueba las cadenas de suministro. La demanda de cobre se situará en 13 Mt para 2030, frente a los 5 Mt actuales, y luego continúa creciendo para llegar a 23 Mt en 2050. Las redes eléctricas serán el principal consumidor de cobre entre las tecnologías de transición energética en 2022-50 bajo el guion del cero neto.