Dos tercios de la capacidad europea de fabricación de baterías en riesgo
Más de dos tercios (68%) de la capacidad de fabricación de baterías de Li-ion prevista corre el riesgo de retrasarse, reducirse o cancelarse, de acuerdo con un nuevo análisis de Transport & Environment. Tesla en Berlín, Northvolt en el norte de Alemania e Italvolt cerca de Turín se encuentran entre los proyectos que podrían perder los mayores volúmenes de capacidad prevista, ya que las empresas evalúan invertir en EE.UU. en su lugar. T&E pide apoyo financiero en toda la UE para aumentar la producción de baterías y procesos de aprobación más rápidos para capturar proyectos en riesgo por los subsidios estadounidenses.
Hablamos de una capacidad de fabricación de baterías equivalente a 18 millones de coches eléctricos (1,2 TWh). Sin esta expansión, Europa no podrá satisfacer su demanda de baterías en 2030 y tendrá que importarlas de la competencia extranjera. T&E ha evaluado las 50 gigafactorías anunciadas en Europa en función de su financiación y permisos, de si se habían asegurado una ubicación y de los vínculos de las empresas con EE.UU.
Alemania, Hungría, España, Italia y Reino Unido son los que más pueden perder si los fabricantes de baterías cambian de planes. La planta Giga de Tesla en Berlín es la que corre mayor riesgo de sufrir retrasos en Europa tras el anuncio de Tesla de centrar la fabricación de celdas de baterías en EE.UU. para aprovechar los incentivos de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés). Existe un riesgo medio para la gigafactoría prevista por Northvolt en Heide (Alemania), ya que la empresa sólo ha conseguido parte de la financiación y no ha iniciado la construcción. Además, el consejero delegado de Northvolt dijo el pasado octubre que podría retrasar la construcción de la planta y priorizar la expansión en EE.UU.
Italvolt, cuyo CEO también fundó la fallida Britishvolt, corre el riesgo de perder prioridad en favor de su proyecto hermano, Statevolt, en California. Para evitar el destino de Britishvolt, la gigafábrica planeada de West Midlands en Reino Unido aún necesita encontrar un inversor. El informe también plantea interrogantes sobre los proyectos en Serbia y España de InoBat, que recientemente obtuvo incentivos para una empresa conjunta con una empresa estadounidense en Indiana.
Según BloombergNEF, la cuota mundial de Europa en nuevas inversiones para la fabricación de baterías de Li-ion cayó del 41% en 2021 a un escaso 2% en 2022. Sin embargo, la inversión en baterías en EE.UU. y China siguió creciendo, y empresas europeas ya han manifestado su intención de expandirse en EE.UU. El informe de T&E señala que los recursos limitados de las empresas para aumentar la producción, así como el suministro limitado de materias primas, están haciendo que la carrera de baterías entre EE.UU. y Europa sea un juego de suma cero.
El 14 de marzo, la Comisión Europea publicará la Ley de la Industria Cero Neto, como parte de su respuesta a las ventajas fiscales y subvenciones que ofrece la ley IRA para localizar las cadenas de suministro de baterías en EE.UU. T&E pide objetivos de producción, exenciones fiscales y subvenciones para aumentar la fabricación de baterías, que al mismo tiempo respeten plenamente las normas medioambientales europeas. También reafirma la necesidad de una agenda de simplificación administrativa para agilizar los procesos de autorización y aprobación de proyectos.
Más de tres cuartas partes de la producción española de baterías en riesgo
Según el análisis, más de tres cuartas partes (79%) de la fabricación de baterías de Li-ion proyectada para España están en riesgo. Esto incluye plantas como la de Envision en Navalmoral o Basquevolt en Vitoria, que aún no tienen asegurada una financiación suficiente. El informe considera que existe un riesgo medio para Envision, a la que todavía no se ha concedido financiación del PERTE VEC. Basquevolt, cuya financiación está orientada principalmente a proyectos de investigación y parece insuficiente para la escala de producción necesaria para el proyecto, también tiene un riesgo medio. Los proyectos que aún no han definido su ubicación, como el de Inobat en Valladolid, correrían un riesgo aún mayor.
